Guadalajara es una hermosa ciudad de México y la capital del estado de Jalisco. Al recorrer sus calles nos encontramos con edificios históricos, centros culturales, un increíble paisaje natural y una gran cantidad de atractivos turísticos que enamoran a cada uno de los visitantes.
Además, dentro de la ciudad de Guadalajara existen también importantes monumentos y obras arquitectónicas que constituyen paseos dignos de visitar ya que tienen un significado muy importante para esta ciudad. Uno de estos lugares es la plaza Tapatía, uno de los espacios públicos de la ciudad más visitado tanto por los lugareños como por quienes visitan esta ciudad de México, debido a que representa un punto de encuentro para la ciudad.
La Plaza Tapatía fue inaugurada en el año 1982 y para su construcción se demolieron nueve manzanas completas que pertenecían al viejo centro histórico de la ciudad. Es por esta razón que se dice que la plaza actualmente representa la unión de dos partes de la ciudad: la nueva y la vieja Guadalajara.
Otra de las características importantes de esta plaza, es que la misma cuenta en un centro con un singular elemento: una fuente conocida con el nombre de la Fuente de la Inmolación de Quetzalcóatl.
Características de la fuente
Esta fuente fue inaugurada junto con la plaza, a finales de año 1982. Sin lugar a dudas el elemento más importante de la Plaza Tapatía, debido a su imponente tamaño y a la belleza de su construcción. Al observarla, se pueden visualizar que contiene un total de cinco piezas, todas ella realizadas en bronce y labradas de manera artesanal. La pieza principal, ubicada en el centro de la fuente, cuenta con un largo total de 25 metros de altura y las otras cuatro piezas restantes miden 6 metros de altura. Todo el conjunto de piezas que conforman esta fuente cuenta con un peso total de 30 toneladas.
Todas estas esculturas se encuentran apoyadas sobre una base en forma de cruz realizada con material de concreto la cual forma a su vez una rosa de los vientos.
Su significado
A pesar de que popularmente se la conoce como “el cuerno gigante”, debido a que es la primera impresión que tenemos al observarla, el significado real de esta fuente va mucho más allá de esta primera impresión, ya que todas sus formas y figuras representan una verdadera obra de arte.
El elemento central representa la inmolación del dios Quetzalcoatl. Su altura se debe a que este dios se elevaba desde la tierra hacia el infinito para encender el sol y ofrecer a su pueblo una nueva luz. Con respecto a los cuatro elementos que se encuentran rodeando a la figura central, los mismos representan cuatro cielos, cada uno correspondiendo a un punto cardinal. La rosa realizada de material concreto que sostiene a cada escultura es una fuente de agua cristalina que le otorga armonía y equilibrio a esta escultura.
Al observar cada una de las figuras en su parte inferior, se puede apreciar una serpiente, lo cual representa el ser vivo que encarnaba la presencia de Dios. Ahora bien, si observamos la parte superior de estas esculturas, se observa un ave con las alas abiertas la cual representa al Quetzal, un animal sagrado para el pueblo Quetzalcóatl.
Pero aún habrá mucho más por descubrir, ya que al observar a estas esculturas de manera frontal, podremos apreciar una forma humana que alza los brazos. Esto hace alusión a la conversión del hombre en el dios Quetzalcóatl, un mito que mantuvieron durante cientos de años las culturas mesoamericanas.
Otros datos importantes
Esta obra de arte fue realizada por el escultor y pintor Víctor Manuel Contreras, en honor a quien en ese entonces era presidente México, López Portillo. Este presidente era un gran admirador del dios Quetzalcóatl y por esta razón también se decidió hacer una réplica en miniatura para su residencia privada en Los Pinos, dentro de la ciudad de Mexico.
Desde su creación hasta la actualidad la fuente sufrió varios desperfectos, uno de ellos era que el chorro de agua era intervenido por el viento, lo cual originaba charcos en la plaza. Como consecuencia de esto, se creaban goteras por debajo de la fuente que terminaban el en túnel de la calle Independencia, lo cual generaba molestias para quienes transitaban por allí.
Por esta razón la fuente estuvo inactiva durante varios años hasta que finalmente, en el año 2002, se introdujeron mejoras para ponerla nuevamente en funcionamiento. Además, también se limpiaron las esculturas ya que las mismas se encontraban oxidadas y habían perdido su color dorado original.
Actualmente, la Fuente de la Inmolación de Quetzalcóatl se encuentra en funcionamiento y representa una obra digna de admirar y contemplar, ya que al observar sus piezas podemos descubrir diferentes significados y la historia de adoración de este dios prehispánico que era tan importante para la comunidad.
Eliana Biava
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